Espacio de aprendizaje, pertenencia y expresión

Desde sus orígenes, a principios de los 90s, Signos fue pensada y creada como una escuela para adolescentes.

La falta de atención a los adolescentes en las escuelas y la ausencia -casi total- del conocimiento del proceso adolescente puesto a favor del conocimiento en general, llevó a nuestra fundadora, María E. Fors, a invitar a un grupo de personas para abrir una secundaria y bachillerato para adolescentes. Una escuela capaz, en cuanto escuela, de contener, conocer, comprender y atender el proceso adolescente.

Posteriormente, cuando el proyecto pedagógico de Signos quedó sistematizado (2010) –no terminado- dejo abierta la puerta y sentada las bases para que la escuela siguiera construyéndose como un movimiento social, un movimiento a favor de la transformación de una civilización trastocada, cada vez más lejana a la vida y sus proceso. Una gran utopía por conquistar.